Para que Medellín deje de ser una ciudad de carros, se necesitan políticas radicales como ofrecer un sistema de transporte publico que se pague del bolsillo de todos
"Una primera tarea para las autoridades de transporte es dirigir estratégicamente sus grupos operativos con acciones concretas para garantizar la movilidad del servicio público de pasajeros en las ciudades"
Se puede vender la idea de que las autoridades hacen algo para solucionar problemas fundamentales, pero en el fondo no tienen más que el valor simbólico de un gesto