Recorrimos Bogotá desde la última estación de Soacha hasta la calle 100 del Norte de la ciudad. Vivimos en carne propia subirnos a un Transmilenio atestado de gente
La particular escena tuvo su propio DJ, quien al ritmo de la música puso a las personas a bailar y saltar dentro del bus. Nadie se resistió al ambiente
"Las reglas son para romperse. O al menos no son para mí". Seguramente eso es lo que pasa por la cabeza del exalcalde a la hora de sacar a su rottweiler