El Olímpico pasó los primeros años de vida vendiendo frutas en su natal Sincelejo. Luego viajó a Barranquilla, conoció el boxeo y su vida cambió para siempre
Sí, regresé a las corralejas. Sí, reflexioné y desde entonces veo violencia, injusticia, dolor, maltrato animal, miedo innecesarios, pan y circo en ellas...