A propósito de la objeción de la ley estatutaria de la JEP por parte del gobierno y del nuevo Plan Nacional de Desarrollo que poco o nada habla de la paz
Dejando de lado las conveniencias políticas, el Congreso deberá acatar las decisiones de la Corte Constitucional, ya que el presidente no lo hizo escudándose en leguleyadas
Con unas objeciones sin perspectivas de prosperar, no se sabe en realidad lo que busca Duque, pero sí que no le importa el atropello a la institucionalidad para lograrlo
A pesar de las maquilladas palabras del presidente, las objeciones a la JEP son un duro golpe a lo pactado en La Habana. ¿Se cumplirá lo que dijo Fernando Londoño?