De él depende la consolidación de este ideal: puede marchar obediente y pasar como uno de los peores presidentes o atreverse a quebrar los tres huevitos de Uribe
Sus actos no se limitan a las jugaditas de Macías, a engañar al pueblo colombiano como ocurrió en el plebiscito y a buscar impunidad personal para Uribito
Las puertas del partido solo están abiertas para los seguidores. A Uribe se le sigue sin preguntar. Solo él sabe, solo él ve, nunca se equivoca, y, sobre todo, no se le mama gallo