Las dos palabras sobre las que giran la preocupación y el debate colombiano se han desfigurado en un tema de Uribe y Petro que ha llevado a la polarización extrema
De llegar a ser reelegido el actual régimen, Colombia podría afianzar el populismo autoritario y corrupción disfrazada de “cambio”, terminando como Nicaragua
Se reconoce que el gobierno de Petro está rompiendo con la tradición de gobiernos procrastinadores que defirieron los problemas hasta llegar a nivel de crisis
Colombia vive una ‘Democracia’ sin democratización: la participación del “pueblo” en el poder, la riqueza, decidir sobre su propio destino es mínima o inexistente