Al cabo de tantos años de reformas inútiles, costosas, fracasadas, enderezadas obsesivamente a repartir tierras improductivas para fabricar y distribuir miseria, volvemos al comienzo
Duélale a quien le duela, Santos demostró algo que el país no creía y que aún muchos, sin argumentos, todavía dudan: ser el líder capaz de hacer realidad su promesa de abrir la puerta de la paz