Gerson Chaverra, el primer presidente afrocolombiano de la Corte Suprema de Justicia

Gerson Chaverra, el primer presidente afrocolombiano de la Corte Suprema de Justicia

Su viaje desde el humilde Bajo Baudó hasta la presidencia de la Corte Suprema de Justicia es un llamado a la acción para las actuales generaciones

Por: Yackson Eustaquio Chaverra Mena
enero 31, 2024
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Gerson Chaverra, el primer presidente afrocolombiano de la Corte Suprema de Justicia
Fotografía: Archivo particular

Desde la naturaleza serena de Querá, un pequeño corregimiento en Bajo Baudó, donde las aguas marrones del río son testigos de innumerables sueños, emerge la figura del Dr. Gerson Chaverra Castro. Su historia, un faro de resiliencia y esperanza, ahora se celebra en los pasillos de la más alta instancia judicial de Colombia, mostrando que los límites son solo barreras mentales.

La niñez del Dr. Gerson Chaverra Castro se enmarca en un escenario de desafíos y perseverancia, lejos de los privilegios de los grandes centros urbanos.

La travesía hacia Quibdó, implicaba recorrer con la mirada un panorama de pobreza y abandono total, era una odisea en sí misma. Para salir de su natal población, accesible únicamente por vía fluvial, se debía emprender un viaje a la localidad más cercana, de más de dos horas en canoa a lo largo del río Baudó, seguido de una ardua caminata por senderos rústicos y salvajes. Luego, el traslado a Quibdó requería viajar en vehículos antiguos, como carpatis o los Nissan Patrol, en un trayecto que duraba alrededor de cinco horas que, en las postrimerías de la trocha, incluía la travesía del caudaloso río Atrato en un Ferry a la altura del entonces corregimiento de Yuto, a 40 minutos de la incomunicada Quibdó.

Su madre, la señora Rita Castro de Chaverra, una destacada maestra de escuela, cariñosamente conocida en el barrio La Yesquita de Quibdó como la seño Rita, fue una figura emblemática en su educación y desarrollo personal. Ella, con su dedicación incansable y sabiduría impartida en las aulas, le inculcó la importancia de la educación y el valor del conocimiento académico como herramienta fundamental para el progreso. Por otro lado, su padre, Alipio Chaverra, un incansable y respetado trabajador, le enseñó el significado de la perseverancia y el esfuerzo. Las lecciones de vida que recibió de ambos, en la humildad de su hogar y la cotidianidad de su barrio, se convirtieron en los pilares sobre los que edificó su camino hacia el éxito, demostrando que la combinación de educación y trabajo duro es la esencia de la superación personal.

En las aulas empolvadas de la capital, donde las deficiencias educativas son la norma, no la excepción, un ansioso estudiante inició su viaje académico. Estas humildes escuelas de la Colombia rural, con insuficiencia de recursos básicos como pupitres o las nocivas tizas de la época, representaban un microcosmos de las adversidades que enfrenta aún la región. Los alumnos, incluido el líder Gerson, recorrían a pie las calles destartaladas de la capital chocoana, una rutina diaria marcada por la ausencia de transporte público y la presencia constante de obstáculos aún hoy presentes.

Esta experiencia de vida no solo forjó su carácter, sino que también puso en perspectiva cada logro académico posterior. Su traslado a Bogotá, financiado por el esfuerzo de sus humildes padres, no fue menos desafiante, pero allí, el ya universitario Chaverra, logró culminar con éxito y mérito su carrera en Derecho, marcando el comienzo de su notable incursión en el mundo jurídico.

El Doctor Gerson Chaverra Castro, cuyas raíces se hunden en la rica cultura afrocolombiana, se ha convertido en una fuente de inspiración para muchas generaciones. Desde sus inicios académicos en Quibdó hasta su nombramiento como presidente de la Corte Suprema de Justicia, su vida ha sido un continuo viaje de superación y compromiso con la justicia.

Su impecable formación académica, incluyendo un título de Derecho de la Universidad Autónoma de Colombia, con múltiples especializaciones en varias ramas del Derecho de diversas universidades y un magíster en Ciencias Penales y Criminológicas, ha sido la base sobre la cual se erigió su notable carrera judicial, plagada de logros y meritorios honores y merecidos reconocimientos.

En el ámbito profesional, el hoy Magistrado Gerson Chaverra Castro ha trazado un camino ejemplar. Desde sus comienzos en la Rama Judicial en distintas localidades del Chocó, ha mostrado una competencia legal excepcional y un compromiso profundo con la justicia y la equidad, desempeñándose en varios roles judiciales cruciales.

Su trayectoria hacia la cima es un reflejo de su excelencia y ética profesional. Ascendiendo desde juez penal del circuito en Bogotá a magistrado de los Tribunales Superiores de Quibdó y Bogotá, cada paso en su carrera fue conseguido mediante rigurosos concursos de méritos, demostrando su habilidad y conocimiento.

En roles de gran importancia como presidente de la Sala de Casación Penal y vicepresidente de la Corte Suprema, Chaverra Castro no solo ejerció la autoridad legal, sino que personificó los valores de justicia y equidad. Su elección como presidente de la Corte Suprema coronó una carrera definida por la firmeza de la ley y una pasión ardiente por la justicia.

La historia del Magistrado Chaverra Castro es, en esencia, una oda al mérito. Su elección como presidente de la Corte Suprema de Justicia no solo marca un hito en su carrera, sino también en la historia colombiana. Sus palabras, cargadas de experiencia vivida, resaltan que las metas se fijan y se alcanzan con determinación y esfuerzo:

Es un reto muy importante, por cuanto a través de esta designación entiendo y creo que ello ha llenado de esperanza, de ilusión, las almas y el espíritu de los niños y de las niñas afrocolombianas porque pueden en este momento sentir que pueden soñar y alcanzar grandes ideales, o sea que es un compromiso enorme de ser este referente que ayude a motivar al Pacífico colombiano a trabajar con honestidad y con esfuerzo, bajo la convicción que es posible largar los sueños

La fila de magistrados y demás servidores judiciales de la Corte Suprema que le rindieron homenaje reflejó no solo respeto y admiración hacia Chaverra Castro, sino también el orgullo compartido por su designación. Los aplausos que acompañaron su elección no solo celebraron un logro individual, sino que también representaron un momento histórico para la comunidad afrocolombiana y para Colombia.

La narrativa del primer presidente afro de la más alta instancia judicial de Colombia, escrita con la tinta de la perseverancia en los libros del mérito, sirve como un poderoso recordatorio de que, no importa el punto de partida, los grandes ideales son accesibles para aquellos que se atreven a soñar y trabajar sin descanso. Su viaje desde el humilde Bajo Baudó hasta la presidencia de la Corte Suprema de Justicia en la capital colombiana es un legado de inspiración y un llamado a la acción para las actuales y futuras generaciones.

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