Como si fuera un concierto de los Beatles en los sesenta, la gente entró enloquecida a comprar cualquier baratija con tal de saciar sus ganas de comprar.
Al destapar la bolsa, una familia cartagenera descubrió que el joven iba a ser ingresado al cementerio con los tubos y las jeringas pegadas a su cuerpo
Cientos de críticas recibió la alcaldesa por la aparente justificación de saltarse la ley e infantilizar los menores de edad que marcharon contra el gobierno Duque