El desplazamiento no cesa. El año acaba de comenzar y ya se presentan múltiples denuncias de familias que han tenido que dejar su hogar para huir de la violencia
Leo León un campesino del Catatumbo, no resistió un año en la fría Bogotá donde repartía su tiempo entre una gris oficina de la UNP y su pequeña hija Laura
"En Norte de Santander la gente sale a trabajar antes de las 5:00 de la mañana, unos a cultivar, otros a ordeñar, enseñar, contrabandear en el límite de frontera y de los riesgos"