Va quedando claro que impulsar una Asamblea Constituyente es ineludible. Toca integrarla y evitar que sea asaltada a punta de mermelada, puestos y contratos por los politiqueros de siempre
Los áulicos y asesores del gobierno están engolosinados con su “ballet constitucional”, pero dejando tantas dudas, que en la consulta popular podría darse al traste con todo el proceso