“Progres” e izquierdistas radicales nos hicieron creer que el ‘wokismo’, que culpa a Occidente de la opresión a comunidades marginadas, había llegado para quedarse
¿Qué hay detrás de la mujer que nos venden como un fenómeno político? ¿Qué encarna la irrupción de su discurso importado, que divide e instala un odio nuevo?