Una canción viva en medio de tanta muerte, denunciante, sin rendición, que se conoció un mes después del asesinato de cinco niños, estudiantes afrodescendientes
Martina Camargo y Nidia Góngora narran en sus músicas los hechos de sus territorios en los que un río da vida: al Magdalena de Martina, al Timbiquí de Nidia