¿CUÁNTOS BERNAVENTOS NECESITAN PARA APRENDER?
Esta semana dinamitaron otro edificio en Medellín, el “Bernavento”, de los mismos que hicieron con diseños y cálculos estirados para tratar de ganarle unos pesitos a los costos de ladrillos, del cemento y los hierros. En los últimos años ya volaron otro más, el “Space” y tuvieron que desocupar o reforzar 11 edificaciones idénticas, pero ni así las facultades de ingeniería o los líderes de la opinión se ponen las pilas. El problema no es que exista un ingeniero de apellido Aristizábal para echarle toda la culpa porque si se revisan las noticias, el puente de Chirajara, que también se cayó, estaba contratado con una firma de ingeniería antioqueña. Y los diseños de ese puente los había hecho un tercer ingeniero de Medellín, a quien ya le habían atajado los del puente de la carretera a Málaga. Pero ni con semejante acumulado de coincidencias aparece universidad alguna de Antioquia o de Colombia que haya organizado hasta ahora foros, seminarios o investigaciones para aprender de las dolorosas equivocaciones de sus colegas o egresados.
LOS TEMBLORES DE PASTO ASUSTAN POR LAS REDES
Los volcanes de Nariño, desde cuando se tienen registros, no han sido volcanes explosivos. Pero revisando reseñas históricas siempre han provocado series de temblores, por días o semanas, que obviamente terminan por ocasionar derrumbes y daños y víctimas y, por supuesto, pánico. Por estos días, cuando el volcán Galeras, cerro tutelar de Pasto, ha estado provocando esa clase de temblores, se ha visto al incansable gobernador Romero de Nariño tocando y repicando en la procesión. Pero como las gentes que acceden a las redes sociales cada vez exigen más y más información de los que sí saben .Y como no solo hay aparatos instalados para adivinar las entrañas de la tierra ,sino que los conocimientos sobre el subsuelo han aumentado muchísimo, y esas informaciones nada que aparecen ni en boca del gobernador Romero ni en la del Servicio Geológico Colombiano, ellos, los responsables de explicarle al público, prefieren salir a regañar a los que por las mismas redes caen en la tentación apocalíptica de inventar sobre lo desconocido.
TRES VISIONES DISTINTAS Y UN SOLO PAÍS VERDADERO
Casi que al mismo tiempo han aparecido 3 libros sobre la historia de Colombia con tres posiciones muy distintas.El uno de Enrique Serrano, el profesor del Rosario, que pretende imponer la teoría racista de que los colombianos solo descendemos de españoles andaluces y extremeños.El otro de Antonio Caballero, sobre la historia de las oligarquías colombianas ,que obviamente no está narrado por un leninista sino por el simpático crítico que los oligarcas santafereños han permitido que publique en sus periódicos y revistas, y un tercero, Historia Mínima de Colombia de Jorge Orlando Melo, el más grande historiador vivo de este país, que explica muy bien los orígenes de lo que somos y podemos ser pero que se escapa de revisar igual de juiciosamente el país de las últimas décadas, tal vez asustado por el fantasma de Uribe o la huella aún fresca de los paramilitares y el narcotráfico.
