Hace casi 40 años, la antigua Santafé de Bogotá se vió estremecida cuando un hombre promedio, portando solamente un revólver de 6 tiros y un cuchillo de campaña puso a Bogotá en estado de shock, pues nunca se había registrado en la capital un evento tan violento como macabro como fue la Masacre de Pozzetto, siendo que un solo hombre aterrorizó a toda una ciudad al comprobar, como diría un conocido villano de los cómics, que solo falta un mal dia para volverse loco.
Para muchos, el nombre de Campo Elias Delgado puede no ser conocido, pero para las antiguas generaciones, así como los fanáticos de lo oculto y lo oscuro es reconocido como una figura tan siniestra como inquietante, pues después de muchos años aún nadie se explica cómo un hombre común y corriente, un conocido poliglota y ávido literario terminó por cometer crímenes tan atroces como el asesinar a su propia madre y cremar sus restos dentro de su apartamento, asesinar a sus vecinos, a su pequeña tutelada de clase de inglés de tan solo 16 años y su madre hasta completar su recorrido mortal en el restaurante italiano Pozzetto donde descargó todos su odio ante una sociedad en forma de cartuchos de 38 milímetros, hasta perecer en circunstancias aún no esclarecidas.
Recientemente, la serie de Netfilx Estado de Fuga 1986 trajo a la memoria este curioso caso entre quienes sintieron de cerca el filo de la muerte. Basada en la obra literaria "Satanás" del escritor Mario Mendoza, la única persona viva que se sabe que conoció de cerca a Campo Elías Delgado, esta serie exploró temas aun tratados en la psicología como el subconsciente de Freud o la sombra de Jung, los cuales estuvieron presentes en los protagonistas de manera contrastada Jeremías (interpretado por Andrés Parra) basado en el infame Campo Elías y Camilo León (interpretado por José Restrepo) personaje basado en Mario Mendoza, pues en el subconsciente de ambos personajes los deseos de sangre y venganza brotaron en sus mentes con cada frustración y cada palabra plasmada en textos y grabaciones, solamente que al primero la sombra lo subsume por completo y el segundo pudo incorporar convirtiéndola en la esencia de su don de escritor.
Así mismo, es notable como el contraste de la música romántica navideña de Humberto Tozzi y Los Bukis con el ambiente oscuro de la historia y la ambientación de época agregaron un toque de terror y drama, como una clara referencia a las familias tanto de la masacre de Pozzetto como de las muchas familias víctimas de las innumerables masacres ocurridas en esa época oscura del país que quedaron con una amarga navidad, pues la masacre del 4 de Diciembre de 1986 fue solo una señal de que tan cruda y salvaje había mutado la violencia en aquellos días.
No obstante, más allá de realizar un análisis estructural de la producción, el punto central del presente artículo, se ubica en presentar algo que pudo pasar desapercibido ante el ojo del espectador en el desarrollo de la trama. Una posible teoría que bien puede explicar la razón de fondo de lo que pudo pasar entorno a la masacre, la cual está muy relacionada con la carrera militar de Campo Elias Delgado en el Ejército de los Estados Unidos, pues por cuenta de los pocos allegados a este personaje se ha sabido de su participación en la Guerra de Vietnam, aunque bien los registros datan el periodo de servicio militar entre 1975 y 1978, cuando las guerras en el sudeste de Asia habían llegado a su fín. Empero, la teoría presentada en la serie pone sobre la mesa la posibilidad de que Campo Elias Delgado haya sido uno de los cientos o miles de sujetos experimentales del Proyecto MK Ultra.
Para nadie es un secreto la cantidad de soldados norteamericanos que regresaron de Vietnam con secuelas tanto físicas como mentales, razón por la cual las ramas de la medicina como la psicología y la psiquiatría empezaron a hablar del Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), una enfermedad mental la cual surge tras experimentar o presenciar un evento traumático.
Aunque bien, el caso de Campo Elías no se trató propia y exactamente del TEPT, puesto que los registros habidos del Ejército Norteamericano no datan que Delgado estuvo en combate o en campañas militares posteriores a Vietnam, lo cual solo deja una teoría que muy pocos exploraron en su momento por considerarla salida de casillas y hasta traída de los cabellos: que Campo Elías Delgado haya sido sometido a una serie de procedimientos destinados a controlar su mente para obedecer órdenes de cualquier tipo, para convertirlo en un agente sin mente y sin voluntad.
Ahora, no es de extrañarse que mucha gente no conozca o no haya escuchado de la existencia del Proyecto MK Ultra, pues la memoria histórica ha tratado de sepultar eventos oscuros y macabros de este tipo, e inclusive consideran esta historia como surrealista o irreales. En este punto, valdría la pena explicar que este proyecto en mención se desarrolló entre la década de los 50 y los 70 por parte de la CIA y el Pentágono con el propósito de desarrollar sustancias y/o técnicas destinadas al control de la psique y la voluntad de las personas, mediante la prácticas de privación sensorial, hipnosis o de inyección de drogas psicoactivas como el LSD.
Tanto personal civil como militar fueron sometidos a dichos procedimientos, ya fueran por voluntad propia o en su contra, provocando en muchos de ellos daños mentales permanentes o en peores casos la muerte cerebral o total. El caso salió a la luz, en medio de las numeras investigaciones realizadas por el famoso Comité Church de Senado de Estados Unidos sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy y de las actividades de la CIA en todo el mundo, detallando cada actividad, prueba y seguimiento realizados a los sujetos de prueba, lo cual se generó un gran escándalo hacia mediados de 1971.
Las investigaciones sobre el proyecto MK Ultra se estancaron a finales de los 70, cuando el entonces director de la CIA Richard Helms ordenó la destrucción parcial de los archivos. Aunque con documentos sobrevivientes censurados y declaraciones juramentadas, las investigaciones del Senado dieron cuenta de los alcances del programa MK Ultra, al punto de detallar la práctica de cientos o quizá miles de pruebas realizadas incluso con ciudadanos de otros países.
En este punto, diversos investigadores periodísticos y hasta los llamados conspiranoicos han detallado en sus diversas investigaciones la posible conexión del MK Ultra con hechos y personajes infamemente célebres, como Ted Kazcinsky (el famoso unabomber) el caso de la Familia Manson (los multihomicidas hippies), Sirhan Sirhan (el hombre que disparó contra Robert Kennedy), Mark David Chapman (el asesino de John Lennon) o John Hinckley Jr. (quien disparó contra Ronald Reagan para presuntamente impresionar a una joven Jodie Foster), ya que todos ellos compartían patrones en común: una creciente y patológica misantropía y odio por el orden social establecido, episodios de trastornos disociativos, infancia difícil y su gusto por determinadas obras literarias y de cine que tratan temas relacionados como el otro yo o la poca adaptabilidad con la sociedad, como El guardián entre el centeno o Taxi Driver.
Ciertamente, el perfil de Campo Elías Delgado encajó en estos patrones de comportamiento ya mencionados, pues hacia mediados de 1986 se le conocía como un destacado conocedor de la literatura universal, renegado de la sociedad colombiana, con evidentes episodios de misantropía, aporofobia, misoginia y homofobia y de odio patológico contra su madre a quien culpaba del suicidio de su padre o contra cualquier mujer que lo veía como provecho personal, y de sus recurrentes menciones a su gusto por libros como El Famoso Caso del Dr. Jeckyll y Mr Hide o la ya mencionada pelicula Taxi Driver.
Esto, y su pasado como soldado norteamericano daría a entender que en el lapso de su servicio militar, Campo Elías Delgado fue sometido al programa MK Ultra, el cual seguía siendo implementado por la CIA a pesar de que fuera descubierto, solamente que la técnica empleada contra él habría sido perfeccionada casi en todo sentido y en un punto antes de la masacre del 04 de diciembre de 1986 un evento no determinado despertó el agente durmiente en su interior de forma fortuita ocasionado toda la pantomima.
Así mismo, es un misterio el paradero de sus restos mortales después de ser reclamados por un sacerdote, toda vez que resulta incomprensible y hasta inexplicable el hecho de que aún se mantienen inaccesibles los archivos del caso Pozzetto y del servicio militar de Campo Elías o que el caso haya sido cerrado de forma expresa sin que se explorará más a fondo.
Por tanto, se da a entender que la reserva de este caso en mención por parte del gobierno Colombiano como del Norteamericano daría a entender que al excavar a fondo en este hecho se podría tropezar con lo que se llamaría "la madriguera del conejo", es decir encontrarse con verdades turbias y siniestras que se esconden todavía entorno a la masacre de Pozzetto y su perpetrador, puesto que por mucho tiempo se ha hablado de las oscuras operaciones realizadas por la CIA en Colombia desde finales de los 40 hasta quizá el día de hoy.
En ese sentido, Estado de Fuga 1986 presentó otro hecho no confirmado ni negado hasta ahora, y es el que Campo Elías Delgado haya fungido como un agente de la inteligencia militar colombiana, posiblemente del B2, cosa que tampoco sería para nada descabellado, pues por mucho tiempo se ha sabido que esta técnica de infiltración paramilitar fue muy usada en muchos países latinos en el marco del famoso Plan Cóndor otra operación oscura de la CIA destinada a la supresión de focos de insurrección mediante el Terrorismo de Estado y control poblacional.
Igualmente, resulta inquietante la última frase de la exdetective Indira Quinchia (interpretada por Carolina Goméz) cuando expresó en ese momento que "Se avecina una nueva forma de violencia", una clara referencia a la aparición en su momento de los nuevos grupos de homicidas en masa, redes de sicarios, grupos paramilitares y escuadrones de asesinos que habrían de poner a todo un país de rodillas en el transcurso de la década de los 80, del mismo modo en que Campo Elías Delgado atemorizó a Bogotá en esa sangrienta navidad de 1986.
Sujetos que, al igual que Campo Elías Delgado, fueron sometidos a crueles entrenamientos físicos y de adoctrinamiento mental para la búsqueda y aniquilación del famoso enemigo interno, derivados posiblemente del programa MK Ultra, y de eso existen pruebas testimoniales y documentales. Por eso, no sería raro que los rasgos sociopaticos de muchos de estos criminales de la época fueran tan similares a los del asesino de Pozzetto: prioridad por el orden, comportamiento rígido y disciplinario y un ferviente y enfermizo odio contra la izquierda, la homosexualidad, el pensamiento critico o todo lo que sea contrario
Hoy en día, la masacre de Pozzetto sigue generando mucho de qué hablar, entre conversaciones de café, debates entre grupos de detectives de historia o quienes aún siguen excavando en búsqueda de la verdad, pues hay quienes piensan que un caso de este tipo siempre puede estar abierto aún con el paso de los años. Como bien dijo Bruno Hauptman, el supuesto asesino del hijo de Charles Lindbergh, antes de ser ejecutado: "Cree que cuando muera, el caso morirá. Creen que será como un libro que se cierra, pero el libro nunca se cierra".
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