Ya en estos días que se habla del fin del conflicto entre el Estado colombiano y la guerrilla de las FARC, ya hoy cuando está más que re contra confirmado que “Colombia es la Niña Bonita del mundo” eso de, lo justo moderno y seguro ofrecido en campaña va viento en popa, seremos el país de la PAZ.
Pero, cuando se habla se habla del fin de las conversaciones, se muestran algunas señales de que el “chicharroncito” de la paz le va a quedar a una generación que está excluida de los diálogos en Cuba.
Hoy en Colombia habitan 3 generaciones completamente distintas de todo contexto histórico, social y cultural. Tres generaciones que han vivido en tiempos y espacios diferentes, tanto población guerrillera como militar y civil, quienes además tienen futuros diferentes y bastos problemas que no parecen solucionarse con la firma de la paz.
Se está entonces en la Habana homogenizando a la población colombiana, y se está dejando de comprender que Colombia es un país lleno de divisiones y en su mega diversidad -desde lo animal y lo vegetal, hasta las costumbres de los hombres- hay unas diferencias inocultables que muchas veces son incompatibles.
Por un lado están esas personas mayores de 40 años (precisamente son los hacedores de la paz) tienen ellos una carga histórica sobre sus hombros diferentes a las otras dos generaciones. Ellos son quienes han vivido toda la guerra, quienes en realidad han vivido los drásticos cambios sociales a los que se ha enfrentado Colombia, nadie más que ellos son los que merecen una silla en esta conversación. Pero estas personas tienen un problema importante, ya están en la vejez, algunos van a morir y en realidad se van a llevar consigo un conocimiento de Colombia, que no está siendo trasmitido entre abuelos y nietos, y que de no ser transmitido estaremos condenando a todas las generaciones venideras a perder una historia difícil de recuperar.
Otro problema, que de pronto no es del todo grave, es que esta generación no sabe de tecnología, y con lo rápido que está cambiando el mundo el no saber algo puede dejar un pensamiento obsoleto en cuestión de segundos.
En el otro extremo están quienes nacieron a principio de siglo, muchos de ellos se clasifican por ser solitarios, la tecnología es su vida. Ya estos hoy no saben que era de Colombia hace 50 años, muchos no saben quién fue Alfonso Cano, el Mono Jojoy, Carlos Castaño, Pablo Escobar; pero por otro lado tampoco saben quiénes fueron Jorge Eliecer Gaitán, Belisario Betancourt, Alfonso López Michelsen, Lucho Herrera, Martín Emilio “Cohise” Rodríguez, etc… muchos de esta generación se van a olvidar de Gabo, Diomedes, hasta del Pibe y el Tino, pero también de la historia reciente del país. Ellos no nacieron en el campo, muchos no saben trepar a un árbol de guayabas o de mangos, no saben lo que es disfrutar de la naturaleza, de bañarse en un rio, están condenados a vivir en la ciudad de Cemento. Están completamente descontextualizados de como llego Colombia a ser lo que es hoy en día y una vez salgan a la búsqueda de identidad, todo esto va a ser causante de serios problemas sociales.
Por ultimo estamos los que hoy somos jóvenes (menores de 40, mayores de 18), a esta población, ni tan viejos, ni tan niños, los llamados a ser el circuito conector entre estas generaciones. Dentro de nosotros tenemos la vivencia de los dos mundos, sabemos de tecnología, pero también hemos vivido en el campo; hemos sufrido la guerra, pero también conocemos de reconciliación. Pero tenemos sobre nosotros el más fuerte problema, estamos con ideas vagas de los que pasa en la Habana, un chisme por aquí, otro por allá, pero al fin y al cabo no hay nada serio, no hay nada en lo que nosotros podamos confirmar nuestra forma de pensar y de actuar.
Somos los que hoy, habitamos las universidades, muchos trabajando y/o formando familias, tenemos el peso histórico de la época de la guerra y la posible nueva época de la paz. Seremos quizás en los próximos 5 o 10 años Concejales, Alcaldes, Senadores, etc… representaremos a las entidades públicas que lideraremos el post conflicto en las regiones, y hoy estamos fuera de la mesa de conversaciones. Nadie nos ha llegado y mucho menos llamado para conocer este cuento (hay una pagina por ahí que nadie conoce -https://www.mesadeconversaciones.com.co/-), para que nos interesemos, para que sepamos qué es esto, que es lo que está pasando, y si se puede expresar nuestra opinión, que acuerdo con mí pensar se hace necesaria.
