Unos juegos dorados para Colombia
Opinión

Unos juegos dorados para Colombia

Río-2016 fue grande para Colombia. Que los directivos no salgan a sacar pecho: la mayoría de deportistas se ha hecho a pulso, con sacrificios, con madrugadas de todos los días

Por:
agosto 23, 2016
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Ni los más optimistas imaginaron la brillante actuación de Colombia en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Tres medallas de oro, dos de plata y tres de bronce fue el saldo nuestro en el medallero.

De entrada, Óscar Figueroa le entregó al país una presea dorada que, a decir verdad, no estaba en las cuentas de nadie. El pesista de Zaragoza (Antioquia) se encargó de taparles la boca a quienes lo consideraban viejo a los 33 años. “No estoy viejo sino que tengo muchísima más experiencia”, dijo en medio de las lágrimas.

En cambio la medalla de oro de Caterine Ibargüen sí estaba en los cálculos de todos. De hecho, si la atleta de Apartadó no hubiera ganado el oro la verdad es que su actuación podría perfectamente considerarse como un fracaso. Después de los Olímpicos de Londres Ibargüen solo perdió una competencia. Entonces tenía que ganar o ganar. Pero no era fácil. Toda la presión estaba sobre ella y la supo sortear como lo que es: una campeona.

En el camino de la antioqueña por poco se atraviesa la venezolana Yulimar Rojas, quien a sus 20 años es su sucesora natural en el salto triple. Finalmente, un salto de 15,17 metros le dio la dorada a la colombiana. La chica venezolana se lució con un brinco de 14,98 metros y se llevó la de plata. Fue la primera vez que un deportista colombiano se alzó con la de oro en las pruebas de atletismo de los olímpicos. Ximena Restrepo había sido bronce en Barcelona y la propia Ibargüen se había hecho a la plata en Londres.

Pero con Ibargüen no pararían los éxitos para Colombia en Río. Faltaba que la también antioqueña Mariana Pajón demostrara por qué es la reina mundial del BMX. Y lo hizo a lo grande. Antes de alzarse con el oro les había ganado a sus competidoras en todas las pruebas de clasificación. En la final acudió a lo que mejor sabe hacer: la explosión en la salida.

 

Fueron tres medallas de oro pero pudieron haber sido más

 

Ahora bien: fueron tres medallas de oro pero pudieron haber sido más. Por ejemplo, el boxeador Yuberjen Martínez debió haber sido el campeón en la categoría minimosca. Tal vez la ansiedad le jugó una mala pasada. Según dijo, la noche previa a la disputa por la de oro no durmió un minuto. Adicionalmente los árbitros no ayudaron mucho. Martínez tiene razón cuando dijo que se sintió ganador en el primer asalto. Los jueces, sin embargo, vieron otra cosa y al final un pegador uzbeko consiguió la victoria. Ojalá a Martínez el gobierno le cumpla y le dé la casa que le prometió.

Y ni qué decir de los yerros arbitrales en las pruebas de ciclismo en pista. El pedalista Fernando Gaviria debió haber sido bronce en el ómnium toda vez que el británico Mark Cavendish propició una caída que mereció la descalificación. Pero Cavendish es británico y eso pesa. Por algo Brian Cookson, presidente de la Unión Ciclista Internacional, también es británico.

Eso también se notó en la prueba del keirin. En la final había seis ciclistas. Uno de ellos era el colombiano Fabián Puerta. Los dos principales favoritos eran un británico y un malasio. Ambos cometieron falta y debieron haber sido descalificados. Pero al mejor estilo de Chris Froome en el pasado Tour de Francia, los jueces olímpicos cambiaron el reglamento para favorecer al británico y al malasio que, al final, se hicieron a las medallas de oro y bronce, respectivamente.

Al boxeador Céiber Ávila también le envolataron su medalla los jueces. En una decisión infame los árbitros vieron ganador al ruso Misha Aloian. Solo ellos, los jueces, lo vieron así porque todo el mundo vio como ganador al colombiano. Al final, Ávila, llorando, comentó a la prensa que “no siento ganas de luchar otros cuatro años”. Y razón le asiste. Después de esa pelea trascendió que un grupo de jueces de boxeo de los Olímpicos había sido expulsado del certamen. Pero con una advertencia: los resultados de las peleas se mantenían.

 

Difícilmente volveremos a tener una olimpiada tan dorada

 

En fin, con amarguras incluidas, lo cierto es que Río-2016 fue grande para Colombia. Difícilmente volveremos a tener una olimpiada tan dorada. Para Tokio-2020 muy seguramente ya no estarán ni Figueroa ni Ibargüen. Tocará reemplazarlos con nuevas generaciones. Pero será muy complicado. A lo mejor pasarán años para que Colombia vuelva a tener una atleta de las condiciones de la campeona olímpica de salto triple.

Finalmente, un consejo para los directivos del deporte colombiano: no salgan ahora a sacar pecho con lo hecho en Río. La mayoría de deportistas en nuestro país se ha hecho a pulso, con sacrificios, con madrugadas de todos los días. Yo adhiero a Winner Anacona cuando aseguró que los ciclistas que participaron en el Tour de Francia se habían hecho solos y “con la ayuda de pocos”.

Por eso causa extrañeza la actitud del presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, Agustín Moreno, quien en carta enviada al presidente Santos dijo que “de plano esas expresiones del deportista no corresponden al ciclismo de nuestro país y máxime cuando ha sido su gobierno, a través de Coldeportes el que en los últimos tiempos más le ha ayudado al deporte colombiano, pero muy especialmente al ciclismo”.

 

 

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
¿Qué pedir para Colombia en 2018?

¿Qué pedir para Colombia en 2018?

Lo que me preocupa de la JEP

Lo que me preocupa de la JEP

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--