Respetada senadora Claudia:
Empiezo por confesarle que no voté por usted y también le confieso que, al ser criado en una familia muy tradicional y casi que en una región medianamente rural, no ha sido muy fácil aceptar su condición sexual. Así, sin tapujos, lo digo.
No obstante, creo que es mi deber decirle que he venido siguiendo con detalle su proceder en el Congreso de la República y la impresión que tengo al respecto es bastante satisfactoria. Sus constantes debates y la claridad con la que ataca lo que se debe atacar y defiende lo defendible, hace que los colombianos tengamos una buena imagen de su gestión.
Me animo a escribirle estos renglones por dos razones: la primera por cuanto no estoy de acuerdo con usted en algo que dijo hace unos días sobre no volver al Congreso. Eso no puede ser. Usted es una especie de flor en un desierto y su flor debe germinar más flores. Su liderazgo lo debe utilizar para que otras personas con similitud de pensamiento hagan parte de su lista y podamos modernizar ese Congreso. Me resisto a creer que no haya una sola persona en La Guajira que tenga la valentía suya para decirle a Kiko Gómez el mal que le hace a ese departamento, o un rival para los 'ñoños' en la costa, o alguien en Bogotá que se le atraviese a tanto corrupto y así por todo el país.
Hace unos años tuve la oportunidad de conversar con el entonces senador Juan Lozano, y me dijo exactamente lo mismo y lo cumplió: dejó de ser senador por las mismas razones que usted aduce. Es muy difícil luchar contra tanta locomotora. Creo que ese retiro le hizo mal al país, porque independiente de si comparto o no con el senador Lozano, creo que era un buen senador con lo que decía y hacía.
Y la segunda razón de mi escrito es para decirle que por favor desista de tamaño error. Usted no nos puede dejar solos en esta lucha. Hay gente que la necesita. Sus gritos de protesta no han caído en suelo infértil, estoy seguro.
Como pudo observar hace unos días, se volvió viral la forma frentera como usted encaró a RCN . Inclusive casi opaca la firma de La Habana. Y no exagero.
Hoy somos tecnológicamente mejor que ayer, y mañana la tecnología será aún mejor. Y lo comento porque es gracias a ello que la gente está más pendiente de las cosas del Congreso y de sus congresistas. Es por eso que usted debe hacer buen uso de esa herramienta para seguir luchando por este país. Muy posiblemente hoy muchas personas decidieron votar por usted por la valentía y la franqueza con la que encaró a RCN, un medio tan poderoso en este país, y usted, desde un celular, le dio semejante tablazo. Me va a perdonar la comparación, pero creo que le ganó en visitas al vídeo de 'eh, eh, epa Colombia'.
Prueba de esto es la manera como la opinión pública de manera constante hace echar reverso a los congresistas, como en el caso aquel de la Ley del Ausentismo, o cualquier ley que atente contra la integridad de la nación. Esa es una prueba de que no está sola, lo mismo que los cientos de miles de visitas que sus vídeos tienen diariamente. Hace un tiempo le escuché al Dr. Diego Molano, cuando era ministro, que la mejor manera más efectiva y, a la vez, más económica de hacer política era a través de las redes sociales. Y en eso creo que usted le lleva una delantera a mucha gente.
Es por eso que hoy, despojado de cualquier complejo homofóbico, le pido el favor de que no deje solos a sus simpatizantes, no los abandone. La historia dirá que usted iba en el camino adecuado, pero la misma también se encargará de decir que ante la primera talanquera que se le atravesó en el camino optó por la salida más fácil que fue abandonar el barco con todos sus tripulantes a bordo.
No se si sea una locura lo que voy a escribir, pero muy seguramente hoy muchas personas ya la ven como una muy posible candidata a la presidencia de Colombia.
Quédese, no se vaya. Siga luchando.
