Es verdad que son muchas y muy diferenciadas épocas de la obra de Luis Roldán. Yo tenía en la cabeza los cuadros recargados de pintura y el trabajo geométrico de las tiras en grafito. Pero la retrospectiva que abrió ayer las puertas en el Museo de Arte Moderno del Banco de la República es otra historia. Abarca treinta años de trabajo: desde 1986 al 2016 y es muy reveladora.
Acá, como anota el título de la exposición, Periplo, no importa la coherencia de la obra sino que prima el significado de una idea urbana del artista, es un recolector de historias que llegan a la calle por el azar de ser inútiles.
Strike Gently
Se trata de un universo que se compone segmentos de tiempo con los cuales, Roldán construye narraciones propias. Por ejemplo, encontrar unos sobres inútiles de fósforos que regalan en las tiendas y armar un cuadro muy ordenado y limpio es una proeza humana. Roldan las buscaba y encontraba en una calle cualquiera de Nueva York, ciudad donde vive hoy en día. Eso es lo que busca Luís Roldán. El tiempo del olvido, el deshecho del tiempo, los detritos callejeros con memoria actual de lo inútil.
Construir el mundo estético desde el deshecho no es tarea fácil. Pero Luis Roldán cuenta tiene su retórica y su cónica desde ese punto de vista donde los días hacen parte del transcurso. Tiempos, recuerdos, memorias cuotidianas, son su entorno estético.
Calendario
De su pintura, abstracta y sucia nos gustó la obra que se ganó el premio del Salón de Artistas de 1996. 365 obras realizadas con trapos, recortes, polvo, pigmentos y detritos que son la memoria de cada día en un Calendario.
El experimento del color, la deconstrucción de formas de hormas para sombreros y la construcción de una nueva forma a partir del color es un ejercicio maravilloso que realizó en 2015. La reconstrucción de una memoria desechada en este trabajo de hormas se llama Eidula.
Eidula
Rodán es un caminante del suelo que recoge deshechos para crear nuevas oportunidades visuales dentro del mundo del “collage” en donde tiene su trayectoria y su apogeo. La retina de lo fragmentario es el régimen del mundo cotidiano donde los días tienen su orden y lo urbano un referente único.
Desdoblado
Periplo es el viaje con principio y sin final donde Luis Roldán tiene en su bagaje cultural amarrado a una carga eléctrica neoyorquina. Toda la obra de Luis Roldán tiene una referencia que se encuentra influenciada por las tendencias: desde la abstracción, pasando por la geometría realizada con tiras de sabanas y carboncillo de la serie de Sueños. Me gusta mucho esa serie donde una sábana pintada con grafito puede llegar al infinito. Las líneas, rayas, cuadrículas organizadas en informaciones geométricas, son frágiles construcciones escultóricas en el aire. Y hacen parte de sus espacios fragmentarios que se expanden a partir de retazos. O, también puede ser una línea que se lanza al infinito como la obra Desdoblado.
Publicada originalmente el 16 de julio de 2016
