Por fin escuchamos al presidente Santos desde Buenaventura diciendo: “las FARC están jugando con candela”. Una hora después de su declaración los narcos, contestaron desde la Habana :” el gobierno esta jugando con candela”. Alguien entendió algo? Captamos realmente el mensaje de Santos? Porque, desde luego, el mensaje que todos entendemos, no desde hoy, sino desde hace “muchos muertos “, es el proceder asesino y cruel que vienen aplicando las FARC mientras en la Habana esperan, con condiciones vergonzosas, a los representantes de las víctimas
Están mordiéndonos donde mas nos duele. Una niña de cuatro años despedazada por una granada lanzada por un terrorista a ella a su madre y su padre policía. Otra niña de dos años, en Miranda, víctima de un cilindro bomba, un rustico acueducto de pequeñas poblaciones campesinas dinamitado para lograr el desalojo de las parcelas, obligando a sus gentes a desplazarse a donde nada tienen y el único que los espera es el espanto del destierro.
Y mientras ladran y nos muerden, nos hacen saber que no tienen nada de que arrepentirse. Que los culpables de los genocidios son nuestros gobiernos, nuestras fuerzas armadas y por supuesto, quienes hemos elegido esos gobiernos y legitimado a nuestros soldados y policías.
¿ Acaso se agotó la paciencia?. Cuantos muertos más debemos colocar para tomar una determinación, no de ladrar, sino de actuar y sacar a nuestras fuerzas militares y de policía, de lo que han llamado la "semiparálizis".
Será que nos cuesta entender que las FARC ya ganaron, en opinión internacional, lo que el país ha perdido en vidas de ciudadanos ajenos al conflicto y al proceder asesino y de sevicia de los narcoterroristas.
Ahora que los delegados de la iglesia regresaron de su viaje a Cuba y nos regalaron la noticia de que los narcoterroristas tienen la sincera voluntad de no engañar una vez mas a los colombianos, deberían también contarnos, a que santo, este si de verdad, nos encomendamos para que el presidente y sus asesores, entiendan que no es ladrando como se defiende la patria. Tenemos que aprovechar la infausta vista del orate venezolano y exigirle nos entregue a los escribidores de cartas, que desde hace años viven en su país, mientras ordenan asesinar niñas y arrinconar campesinos de sed y hambre, en el nuestro.
¿Cuántos días faltarán para que el presidente termine de estructurar el discurso?, que ni el mismo se cree, en el cual notifica el viaje de los delegados en la Habana de regreso a Bogotá “para consultas”.
Señor presidente, no espere más elaborar encuestas para saber que quiere y esta esperando el país. No hace falte que notifique a los narcos que se suspenden las conversaciones, con eso solo consigue la hilaridad de los veraneantes y da argumento para mas misivas de los residentes en Venezuela. Ordene la movilización de nuestras fuerzas sin tregua ninguna y así, apenas, estará cumpliendo el mandato constitucional de defender la patria.
