El periodista Gustavo Álvarez Gardeazabal en su columna del periódico ADN llama la atención sobre los movimientos erráticos que ha realizado el director de la Policía al interior de la institución: "Cuando el General Rodolfo Palomino hizo los traslados de generales el 6 de octubre, pecó dos veces. Al general Mena, de tres soles, Director Nacional de Tránsito y Trasportes, lo pasó para la regional de Popayán, en una degradación de mando injustificada. Mena protestó, se quedó en su puesto y Palomino perdió mando. Ese mismo día nombró al coronel Rodríguez Aragón, que hace de general, para la oficina de incorporación. Quince días después dijeron que era el oficial mejor calificado para dirigir el Inpec. Y, como si fuera poco, trasteó al general Martínez que había destapado el escándalo de los botines para que no siguiera hurgando. Ahora tuvo que cambiar precipitadamente al comandante metropolitano de Medellín, el general Mendoza, porque la Policía se atrevió a desmentir al CTI de la fiscalía sobre el frustrado atentado al alcalde de Itaguí" y concluye: "¿La puede embarrar tanto un Director Nacional de la Policía?"
