Fajardo: El Uribe versión 2.0

Fajardo: El Uribe versión 2.0

"Entre el Fajardo que se medirá nuevamente en las urnas y el Uribe que en 2002 llegó a la presidencia hay similitudes asombrosas"

Por: Fredy Alexánder Chaverra Colorado
febrero 13, 2017
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Fajardo: El Uribe versión 2.0
Foto: Archivo 360radio.com.co

Ad portas de la elección presidencial más importante en la historia reciente del país, cobra sentido encontrar similitudes entre las diferentes plataformas que para 2018 se van a disputar la presidencia. En ese sentido entre el Fajardo que se medirá nuevamente en las urnas y el Uribe que en 2002 llegó a la presidencia hay similitudes asombrosas. Vale la pena aclarar que Fajardo no viene de un partido tradicional como en el caso de Uribe pero si tiene una extraordinaria habilidad para jugar con los partidos. La forma como llegó a la gobernación de Antioquia en 2011 es un claro ejemplo de su visión peligrosamente pragmática del poder. Igualmente, Fajardo no tienen interés en convertirse en el líder de un partido de caudillo o un histórico que perdure por los siglos de los siglos, no, para él los partidos son meros operadores de la democracia de los cuales se puede prescindir cuando se cuenta con el reconocimiento ciudadano suficiente.

Por ese motivo, en 2003 llegó a la alcaldía de Medellín avalado por la ASI y en 2011 a la gobernación de Antioquia por los verdes. Cuenta con un movimiento denominado “Compromiso Ciudadano” que funge como la plataforma mediática sobre la cual ha sustentado su ejercicio político. Solo mediática porque en Fajardo no hay ningún atisbo de compromiso ideológico sólido. Resulta ser una mezcla de ideales y consignas, sin una visión programática defina. Po eso resulta tan peligroso, es un “aguas tibias” del cual no se sabe muy bien que esperar. De llegar a la presidencia Fajardo daría la estocada final al declive de los partidos en Colombia. En ese sentido, ¿Por qué es otro Uribe?

Los que tenemos memoria recordaremos que en 2002 Uribe llegó a la presidencia apalancado en el movimiento cívico “Primero Colombia” cuando el partido Liberal no le otorgó el aval. Después de toda una vida de militancia en las toldas liberales el desconocido exgobernador de Antioquia se montó sobre los hombros de la opinión pública y con un discurso reaccionario en un país humillado por la pantomima del Cagúan ganó la presidencial. De ser un candidato marginal en las encuestas en cuestión de semanas empezó a figurar en los primeros lugares en lo que podría ser considerado como el primer gran golpe de un candidato de opinión en la historia electoral del país. Hacia 2002 Uribe era un completo desconocido en la política nacional pero su agresiva estrategia de opinión lo convirtió en un líder con proyección nacional. Asimismo, con Uribe los partidos tradicionales entraron en su última gran crisis y desde ese momento no han podido levantar cabeza. El resto es historia. Ese fue el Uribe de 2002 que ahora resulta muy parecido al Fajardo que despunta en encuestas y que sustenta su proyecto en la opinión ciudadana. El Uribe versión 2.0.

En estos momentos Fajardo no tiene estructura que pueda consolidar su aspiración, no tiene voceros en el Congreso que puedan articular su trabajo con las regiones, no tiene partido… no tiene nada. Solo su gestión en Antioquia y mucho trabajo de opinión. Motivo por el cual se aleja de las maquinarias, las redes clientelares y las prácticas de los tradicionales. En 2010 sus aspiraciones se fueron al traste cuando su lista al Congreso ni superó el umbral. Para el próximo año no se sabe si volverá a medirse en las elecciones legislativas para demostrarle al país y a los otros candidatos que si tiene reconocimiento nacional y estructura. Solo Uribe ha llegado a la presidencia sin el respaldo previo de una lista al Congreso. Si Fajardo decide medirse en las legislativas con Compromiso y su lista resulta fracasando nuevamente su aspiración presidencial estaría muerta. En ese sentido, si se establece una coalición entre Claudia, Robledo y Fajardo deberían procurar por presentar un listado único a esas elecciones. La reglamentación que permite listados en coalición a corporaciones públicas actualmente se encuentra en trámite en el Congreso. Así el eventual tríptico anticorrupción podría tener una plataforma más sólida para medirse 2 meses después en la primera vuelta de las presidenciales.

Hasta se puede considerar que Fajardo la tiene más fácil que el Uribe de 2002. El mismo que prácticamente llegó solo a la presidencia. Fajardo puede establecer alianzas antes de la primera vuelta, no es un desconocido para el país, ya figura en encuestas y tiene un discurso mediático. De llegar a la presidencia sería por la mezcla de todos esos elementos y le propinaría una estocada final a los partidos tradicionales y a esa forma tan clásica de hacer política en el país. Uribe lo logró en 2002 y estoy seguro que Fajardo cuenta con serias probabilidades de lograrlo nuevamente. De como fuere su posible mandato no hay nada que decir. De él dependerá no parecerse a Uribe en ese sentido. Por lo demás, sus condiciones antes de llegar al poder son tan similares que resultan inquietantes.

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