Una edificación que estaba destinada para acoger a la institución educativa Simón Bolívar, situada en inmediaciones de la urbanización “El Piñal”, del municipio de Villa Rica, quedó a medio construir desde el 2011 y hoy es otro de los monumentos erigidos a nombre de la ineficiencia administrativa y la falta de planeación que van dejando como herencia algunos alcaldes del Cauca y sus asesores al final de cada período.
El desolador cuadro se trata de la primera etapa de la construcción que albergaría a la citada institución educativa pues según el alcalde de la época, Arie Aragón, a las instalaciones originales del colegio, frente a la plazoleta Félix Ángel Colorado, se trasladaría la Alcaldía Municipal, por lo cual debían construirse las nuevas instalaciones para el Simón Bolívar. Al final de su período, ni se trasladaron las oficinas de la Administración Municipal ni se terminó una obra en la cual se invirtieron inicialmente 912 millones de pesos, que incluía cuatro aulas en la institución educativa La Primavera sede principal, y cuatro aulas en la institución educativa Juan Ignacio, según contrato firmado 2011 entre el citado alcalde y la Unión Temporal Villa Rica 2011, cuyo representante legal es el ingeniero Rito Emilio Mosquera Gómez, obra de la cual fue interventor Edilberto Bedoya Ruiz, contrato que tenía un plazo de ejecución de 8 meses.
Aquí no pasa nada
Según la directora de este plantel educativo, licenciada Anais Medina, el proyecto quedó convertido en otro “elefante blanco” por lo cual no se pudo terminar con el hacinamiento estudiantil ante la escasez de aulas y otros espacios necesarios para desarrollar programas académicos. En un informe de auditoría modalidad regular, realizada en diciembre de 2013, la Contraloría General del Cauca encontró que la construcción estaba inconclusa, se habían levantado las paredes en ladrillo a la vista y techo, no se han realizado las instalaciones del fluido eléctrico y en algunas de las aulas se habían instalado peligrosas ventanas para los estudiantes, igualmente, que la obra se construyó en cantidades menores a las establecidas. Pero, por el despilfarro y la falta de planeación, no pasó nada. Al contrario, los funcionarios responsables resultaron premiados con mejores cargos.
Otros “elefantes blancos”
Villa Rica cuenta con varios “elefantes blancos” que dejan en muy mal concepto a algunos de sus administradores de lo público. Allí mismo queda la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR): una obra que fue construida con una inversión de $4.500’.000.000, también perdidos, como un desafío a la pobreza de amplios sectores sociales de Villa Rica. Obra sobre la cual caducó la acción fiscal de responsabilidad; y no funcionó por tres consideraciones: la primera, la planta quedó construida por debajo de los niveles de su entorno y se inunda cuando llueve; segunda, las instalaciones no cuentan con sistema eléctrico; y tercera, no se tiene la capacitación suficiente para la operación de la planta; además, hubo irregularidades en la adquisición del lote. Pero también la piscina municipal, inicialmente diseñada con apoyo de INDEPORTES Cauca, con una inversión final de unos $2.000’.000.000, sin incluir la participación en recursos del municipio de Villa Rica. Además, la piscina para niños, en la cual se unieron todos los factores de la improvisación, igual que el Parque Recreativo Municipal Parquesur. **********************************************
En contexto: http://www.proclamadelcauca.com/2014/08/homenaje-al-despilfarro-y-al-abandono.html
