Carlos Lozano es el director del semanario Voz. Ha sido un facilitador en el proceso de paz y conoce al dedillo no solo a las Farc como organización sino, y de tiempo atrás a buena parte de los miembros del Secretariado. Con el comandante Timoléon Jiménez tuvo distintos encuentros en la selva previos a la iniciación formal de la negociación en Oslo. De allí el valor que tiene el análisis que realiza de la coyuntura política en esta entrevista con el periodista español Ricardo Angoso.
Ricardo Angoso: ¿Y ahora, tras el No, qué piensa que ocurrirá?
Carlos Lozano: El Gobierno Nacional y las FARC-EP deben buscar la alternativa. Es a ellos a quienes corresponde, escuchando el clamor colombiano que desea la paz. El plebiscito refleja la opinión de la mitad del país, dividida en dos, unos que votaron por el NO, por disímiles razones y la otra mitad por el SÍ con una sola razón: la paz estable y duradera.
Es difícil modificar el Acuerdo de La Habana, aunque las partes podrían decidir hacerle correcciones y agregados que no modifiquen su esencia, tejida en una negociación de cuatro años. El uribismo lo que pretende es sabotear la paz, atravesarse en el camino de la solución política para propiciar la guerra. No nos cabe la menor duda, no podemos engañarnos.
Su temor es a que deba responder ante el Tribunal de Paz por sus presuntos nexos con el paramilitarismo durante su gestión como Gobernador de Antioquia.
Hay una crisis en el proceso, que obedece a la debilidad del gobierno de Santos que decidió imponer el plebiscito en medio de concesiones y vacilaciones ante la extrema derecha. Si actúa sin temores y con estricta voluntad de paz se puede superar la crisis por vía democrática.
R.A.:¿Qué harán las FARC, hay riesgo de regreso a la violencia?
C.L.:El riesgo de regresar a la violencia está en la política del Estado cuyo gobierno amenaza con suspender el cese bilateral indefinido de fuegos y hostilidades y le pone un plazo hasta finales de octubre. Juega con fuego y puede propiciar la ruptura del mismo ante la más mínima provocación. Hay que actuar con cautela y serenidad. Las FARC han dicho que respetarán la tregua bilateral y que se acogen al Acuerdo Final de La Habana.
R.A.:¿Qué opinión tiene por lo expresado por el pueblo colombiano?
C.L.: El pueblo colombiano quiere y desea la paz. Los promotores del NO fomentaron el odio y el desprecio hacia las FARC y se opusieron al Acuerdo de La Habana mediante mentiras, calumnias y campañas sucias mediáticas. El argumento del castrochavismo, de la impunidad, de la llamada ideología de género fueron invenciones absurdas y sin fundamento.
R.A.: ¿A qué se debe tan alta abstención?
Siempre la ha habido en Colombia, la abstención es un fenómeno estructural, pero en esta ocasión se sumó a que no hubo una campaña seria de persuasión al elector por parte del Gobierno y de los políticos oficialistas. Las campañas electorales no despiertan el entusiasmo de los ciudadanos por los vicios que tiene.
R.A.:¿Cree que habrá un pacto nacional con el uribismo para sacar adelante el proceso?
C.L.: El Acuerdo Final de La Habana prevé un Pacto Político y Social por la Paz para defender los Acuerdos de La Habana y para promover su implementación en favor de la paz estable y duradera. Si el uribismo acepta esa condición pues cabe en este.
R.A.: ¿Es Uribe el vencedor político y moral de este plebiscito?
C.L.: El uribismo fue el ganador por escasa mayoría pero no puede definir nada sin la aprobación del Gobierno y de las FARC. Eso está claro.
R.A.: ¿Por qué falló el SI?
C.L.: Porque el Gobierno no fue capaz de conducir la campaña. Lo hizo con mucha debilidad y en medio de concesiones a la extrema derecha. A la campaña de odio contra la guerrilla ya otras mentiras que los uribistas promovieron en el país. Los grandes medios se dedicaron a divulgar los infundios y las campañas del NO sin beneficio de inventario.
R.A.: ¿Cuáles son las razones del éxito del NO?
C.L.: Trabajó con insistencia y repitiendo su discurso a manera de libreto, fundamentado en debilidads y en campañas mentirosas.
Supo aprovechar escándalos como la llamada ideología de género, estimuló a las iglesias cristianas y a otras comunidades descontentas con el Gobierno.
R.A.: ¿Qué debería hacer Santos como líder del proceso?
C.L.: Tener más firmeza y voluntad de paz. Ser consecuente con su principal programa de Gobierno.
R.A.: ¿Qué escenario final vislumbra para este proceso tan complejo?
C.L.: Tendrá que resolverse para bien del país, conservando un acuerdo digno para todas las partes y respetando lo que ya se firmó que fue un gran esfuerzo de cuatro años.
