Confesiones de un coronel activo a raíz de El Francotirador

Confesiones de un coronel activo a raíz de El Francotirador

La película basada en la vida de un soldado norteamericano que dejó atrás la guerra de Irak, puso a este militar colombiano a pensar en esa ingrata profesión: “ir a la guerra, la peor desgracia”

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febrero 22, 2015
Confesiones de un coronel activo a raíz de El Francotirador

Cada quien puede sacar sus propias conclusiones sobre la película "american Sniper", que narra la vida de un ser humano en su condición de militar. En este caso un Navy Seal. El valor de la vida, la misión de un soldado, la necesidad de una guerra, el significado del terrorismo, las agresiones culturales, la familia, el poder del amor,  entre otros temas. Lo que quiero resaltar de la película es el profundo mensaje sobre la situación personal y familiar detrás de un ser humano que decide portar el uniforme para defender lo que él considera justo defender. Bradley Cooper quien interpreta a un héroe para los estadounidenses de forma maravillosa sostiene:  "Porque, aunque Kyle es conocido por su épica militar, la batalla más difícil que libró fue la vuelta a casa con su esposa Taya (Sienna Miller) y sus dos hijos pequeños, después de ser absorbido por la guerra y por el espíritu de la unidad especial SEAL de ‘no dejar a nadie atrás’. "Los que no tienen ni idea de por lo que pasan los soldados quizás la próxima vez se lo pensarán dos veces cuando los vean y, tal vez, puedan hacer algo para ayudarlos".

La guerra no la quiere nadie, pero lastimosamente es una faceta humana. Ir a una guerra es la peor desgracia para cualquier pueblo. La guerra solo tiene un propósito desde la antigüedad. La Paz. Los soldados en el mundo obedecen ordenes; otros pierden su rumbo y ceden ante el ego y la tentación de un poder que deja huellas profundas en la comunidad.

Kyle luego de su cuarto tour por Irak decide dejar su "cuerpo" (la Navy) y regresar al seno de su familia destrozado emocionalmente. Lucho por su matrimonio, por sus hijos, por encontrar su paz interna. Abandonó el lema Dios, patria y familia para colocar como buen Texano a Dios primero como testigo de su familia. Ya le había cumplido a la patria. Al preguntársele que se sentía al ser considerado una "leyenda" por ser el más acertado francotirador en la historia militar de los EEUU sólo atinó a decir: " es un título que no desearías llevar".

Ser soldado no solo es una de las profesiones más peligrosas, mas desagradecidas, mas desconocidas y como si fuera poco mas olvidadas en la práctica en momentos determinantes. Pocas veces importa poco quien está en la trinchera o porque se está allí.

Pero igualmente ser soldado conlleva en quienes los rodean o en sus familias sentimientos de aislamiento o gueto como se ha descrito por expertos sociólogos y psicólogos. El ser humano soldado debería ser más comprendido y mas ayudado, por comunidades que sobreviven gracias a su labor.

Detrás de cada ser humano soldado hay un sentimiento y un clamor por ser entendido por el pueblo por el que trabaja. Un grito que se ahoga por gritarle a todos que él es solo el reflejo de toda la sociedad. Quien porta las armas para salvaguardar al prójimo es pueblo en realidad, con sus virtudes, carencias, defectos y aciertos. Entre más se prolonguen las guerras más se pierde el sentido real de los valores y principios en toda sociedad. La guerra arrasa totalmente con lo mejor que hay en nosotros. Pero paradójicamente cuando hay soldados de honor, sobrevive la retaguardia moral de una nación.

A veces, al que trata de entender la guerra para buscar caminos hacia la paz también en cierta forma se le caricaturiza o se le señala por diferentes razones: militarista, guerrerista, fascista o comunista (dependiendo de cada sociedad). Lo gracioso es que las guerras más habituales no las libran los ejércitos, sino los sentimientos y los pensamientos que convertidos en palabras y acciones generan entre los co asociados desde el sicariato moral hasta la burla abierta por los derechos fundamentales protegidos por instancias nacionales e internacionales. Paradójicamente en no pocas ocasiones los que generan guerras verbales producen guerras armadas y luego se esconden detrás de los soldados. La historia es testigo de ello.

Al soldado se le exige 70 veces más que a todos los demás co asociados, sin entender los contextos y razones de su actuación y se le juzga 7000 veces con más severidad, sin que comprendamos que a veces las sociedades no les damos ni las mas mínimas herramientas para que cumplan su misión, entre ellas una adecuada y exigente educación en Ddhh y DiH.

Por que Kyle abandonó la guerra en Irak y prefirió regresar a su familia? Seguramente porque se llega a un punto en donde Dios llama para volver a nuestra esencia y emprender un camino de reconciliación y paz interior. Quien de nosotros podría tirar la primera piedra?

Los soldados a pesar de que han sido formados y entrenados para hacer lo que nosotros no podemos hacer o no queremos hacer, también se cansan de la guerra, de la desgracia, de la lejanía de sus familias, del sufrimiento que se genera en cada jornada. Un soldado no es una máquina, es un humano al que no debemos dejar solo cuando sale de los cuarteles.

Mi admiración, respeto infinito, consideración y oración por todos aquellos soldados de honor que hay en el mundo y por todas sus familias. Portar el uniforme entendiendo el porque se usa es un honor incomparable para cualquier hombre o mujer.

Para todas las Victimas militares y policiales de nuestro conflicto, mil gracias por su servicio; su heroísmo no tiene comparación. La Paz exterior, cuando se ha presentado la guerra o el Conflicto solo se puede encontrar cuando se reúnan todas las verdades de tal tragedia humana, cuando se escuchen todas las voces, cuando el perdón venga de todas las partes.

American Sniper nos vuelve a recordar que el humano es el único capaz de ser racionalmente irracional y al mismo tiempo el único capaz de salir del fango mas profundo y a través del amor volver a luchar por mejorar.

Cuando veo a los soldados abrazar a sus hijos y esposas luego de meses sin verlos, siento que hay esperanza. Solo le pido a Dios que seamos capaces a pesar de lo que hemos vivido y de las guerras que libramos, de llevarle a las nuevas generaciones un mensaje mas espiritual y mas responsable y un ejemplo de bondad.

 

*El autor prefirió guardar la privacidad de su identidad porque es un militar activo.

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