"A mí me obligaron a votar, y no me disgustó"

"A mí me obligaron a votar, y no me disgustó"

Un colombiano en el exterior cuenta las ventajas del voto obligatorio

Por: Karlos Coba
octubre 01, 2014
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Me atrevo a decir que hablo por una gran mayoría colombiana que siente que su incidencia sobre la política colombiana es casi nula, y que la vida debe desarrollarse bajo la sombra (y no de la mano) de los dirigentes distantes e intocables que rigen el País.

Por diferentes circunstancias terminé viviendo en un país donde el voto es obligatorio, al principio no me gustó pero después me di cuenta de que este hecho impacta en la sociedad de tal modo que todo el mundo habla, estudia, lee y se interesa por "la cosa política". Las personas sienten que su voto, y el de la mayoría de ciudadanos si tiene un impacto en quien queda elegido para gobernar.

La premisa de “no importa lo que yo piense igual van a terminar electos los mismos de siempre” no es verdad, ya que el compromiso y deber de todos los ciudadanos de votar definitivamente tiene un impacto en la mente y el compromiso del ciudadano hacia el gobernador electo. De hecho el voto obligatorio hace sentir a la gente que no puede hipotecar mal su futuro al votar “por el mismo de siempre” que ha tenido escándalos por robos, obras inconclusas, promesas no cumplidas, etc.

Votar, así sea en blanco, invita a comprender la responsabilidad de que las políticas de mi nación si tienen una influencia de parte mía, con mi voto.

Las ventajas del voto obligatorio:

• Involucrar a la mayoría de los ciudadanos en el proceso democrático electoral: (Esto en nuestro país es todo lo contrario, la mayoría de ciudadanos habilitados para votar no vota, no hay cultura democrática, es nuestro deber crearla).
• Se reduce el impacto de la compra de votos: Será mucho más difícil para un gobernante corrupto comprar su puesto en el gobierno, si toda la ciudadanía con capacidad electoral asiste en masa a elegir a quien percibe y entiende como un buen gobernante.

Realidades de vivir con el voto obligatorio:

• El certificado de votación se vuelve una cédula más para poder realizar trámites importantes como los bancarios, notariales, de registro civil, entre otros.
• Si no se acude al centro de votación sin ningún tipo de excusa se debe pagar una multa para obtener el certificado de votación.
• Para obtener posteriormente el certificado de votación, puede pagar una multa, presentar su pasaporte demostrando que estaba fuera del país, o una excusa médica.
• Las personas planifican donde inscribir su cédula con anticipación y saben que ese día no pueden viajar, comprometerse, entre otros. Muchas familias inscriben sus cédulas en su lugar de origen para tener una excusa de reunirse en familia.

Me acostumbré rápidamente a este hecho del voto obligatorio, me gustó, creó en mí una persona que está pendiente del gobierno, de sus gobernantes y de las políticas que allí se generan.

En Conclusión, el voto más que un derecho renunciable, es un deber para todo aquel que cree en el sistema democrático.

@p8litico

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